Libro: Ciencia, Gnosis contemporánea y el Despertar de la Conciencia: El Legado de Samael Aun Weor en el Siglo XX y XXI
Capítulo 1: Biografía de Samael Aun Weor (Víctor Manuel Gómez Rodríguez).
Víctor Manuel Gómez Rodríguez, quien más tarde adoptaría el
nombre de Samael Aun Weor, nació el 6 de marzo de 1917 en Bogotá, Colombia.
Desde temprana edad, mostró una profunda inquietud espiritual y una marcada
inclinación hacia el estudio de diversas doctrinas religiosas y filosóficas,
explorando textos que abarcaban desde la Biblia hasta los clásicos de la
filosofía oriental. Su infancia transcurrió en un ambiente familiar que, según
diversas fuentes, influyó en su posterior búsqueda. Aunque la información
detallada sobre sus primeros años es escasa y a menudo se mezcla con relatos de
carácter más esotérico, se dice que a los doce años ya impartía conferencias
sobre temas esotéricos, lo que evidencia una temprana madurez intelectual y una
profunda conexión con el mundo espiritual. Este interés precoz por lo
trascendente lo llevó a buscar respuestas a las grandes preguntas de la
existencia, iniciando un camino de búsqueda que lo conduciría a la formulación
de su propia síntesis gnóstica.
Durante su juventud,
Víctor Manuel se adentró en el estudio de diferentes corrientes esotéricas,
incluyendo la teosofía, el rosacrucismo y otras escuelas de misterios. Estas
exploraciones le proporcionaron una base sólida en el conocimiento de símbolos,
arquetipos y principios universales que luego integrarían su propia doctrina.
Sin embargo, es importante destacar que el conocimiento transmitido por él,
no se limitó a la erudición teórica. En gran medida, sus enseñanzas provienen
de su propia conciencia despierta, un proceso de expansión de la percepción que
le permitió recordar conocimientos ancestrales a medida que recuperaba sus
cuerpos solares o cuerpos internos. Sus experiencias internas jugaron un papel
fundamental en la configuración de su sistema gnóstico. Su búsqueda no se limitó al
estudio teórico, sino que se caracterizó por una constante experimentación y
una profunda necesidad de verificación personal de las enseñanzas que iba
conociendo.
A principios de la década de 1940, contrajo matrimonio con Sara
Dueñas Correal, unión que duraría hasta 1946. Posteriormente, en 1946, se casó
con Arnolda Garro de Gómez, quien sería su compañera hasta su fallecimiento y
jugaría un papel importante en la difusión de su obra.
Es crucial, para comprender su obra y su legado, distinguir
entre la personalidad humana de Víctor Manuel Gómez y la entidad espiritual que
él denominó "Samael Aun Weor". Víctor Manuel Gómez Rodríguez fue el
hombre, el vehículo físico a través del cual se manifestó, según sus propias
palabras, una conciencia superior. "Samael Aun Weor" no se refiere
simplemente al nombre de Víctor Manuel Gómez, sino a una entidad espiritual,
una fuerza cósmica, un arquetipo. "Samael" es un nombre con raíces en
la tradición judeocristiana, asociado a la fuerza y la voluntad, y "Aun
Weor" es una expresión que, según él, significa "la Voluntad del
Logos". Esta entidad, según sus enseñanzas, se manifestó a través de
Víctor Manuel Gómez para entregar un mensaje a la humanidad.
Samael Aun Weor empleó diversas autodenominaciones, como "El Cristo Rojo de Acuario", "El Buda Maitreya" y "El Quinto Ángel del Apocalipsis". Estas expresiones, al ser extraídas de su contexto, podrían interpretarse erróneamente como pretensiones de grandeza o fabulaciones, sugiriendo una búsqueda de reconocimiento desmedido o la creación de historias fantásticas. Sin embargo, es crucial comprender que, dentro de su sistema de pensamiento gnóstico, estas denominaciones no deben entenderse literalmente como afirmaciones de identidad personal con figuras históricas o divinas, sino como representaciones simbólicas de fuerzas arquetípicas y energéticas que pertenecen a su ser interior profundo, las cuales se fueron cristalizando a medida que despertaba su conciencia y recuperaba sus cuerpos solares internos. Esto incluye su afirmación de ser la manifestación del Ángel Samael, una entidad que, dentro de su cosmología, representa una fuerza cósmica específica.
"El Cristo Rojo de Acuario" no alude a la
persona histórica de Jesús, sino a la fuerza crística, una energía cósmica
vital que, según su doctrina, se manifiesta con particular intensidad durante
la era de Acuario. El color rojo simboliza la energía vital, la fuerza
transformadora y el fuego sagrado del Espíritu Santo. Es importante subrayar
que Samael Aun Weor no se proclamó como la reencarnación de Jesús, sino como un
vehículo para la manifestación de este principio cósmico.
En cuanto a "El Buda Maitreya", Samael
Aun Weor no se proclamó como la reencarnación del Buda histórico. Más bien,
utilizó este término para referirse a la manifestación de una conciencia
búdica, es decir, un estado de iluminación y sabiduría que, según sus
enseñanzas, puede ser alcanzado por cualquier ser humano a través del trabajo
interior. En la tradición budista, Maitreya es el Buda del futuro, quien traerá
una nueva era de enseñanza; Samael Aun Weor se identifica con esa fuerza
renovadora, no con la individualidad histórica de Siddhartha Gautama.
Finalmente, "El Quinto Ángel del Apocalipsis" no debe entenderse como una referencia literal a un ser angelical individual. En el libro del Apocalipsis, los ángeles que tocan las trompetas anuncian eventos trascendentales. Samael Aun Weor empleó esta imagen para simbolizar el anuncio de una nueva era de conciencia y la entrega de un mensaje gnóstico destinado a despertar a la humanidad. Esta denominación se refiere a una función, un rol simbólico dentro de su sistema. De manera similar, su identificación con Samael como ángel, no implica una identidad personal, sino su conexión con el arquetipo o la fuerza cósmica que este nombre representa dentro de su cosmología.
En resumen, las autodenominaciones de Samael Aun Weor no son afirmaciones de identidad personal con figuras históricas o divinas. Representan la manifestación de fuerzas arquetípicas y energéticas a través de su obra y enseñanza, invitando a la comprensión simbólica y al desarrollo espiritual individual. Su intención no era crear un culto a su personalidad, sino transmitir un conocimiento que permitiera a cada individuo encontrar su propio camino hacia el despertar de la conciencia.
Falleció
en México el 24 de diciembre de 1977, dejando un legado que continúa siendo
estudiado y practicado por diversas organizaciones gnósticas en todo el mundo.
Es fundamental reiterar que Samael Aun Weor insistentemente pidió que no se le
idolatrase. Su intención, como lo demuestra su intensa búsqueda espiritual
desde la juventud, según lo señala Mario Satz en El Gnosticismo de Samael Aun
Weor ("Su vida, desde la más temprana juventud, estuvo marcada por una
intensa búsqueda espiritual" (Satz, 2002, p. 23)), fue transmitir un
conocimiento que permitiera a cada individuo encontrar su propio camino hacia
el despertar de la conciencia, y no crear un culto a su personalidad. Por lo
tanto, cualquier intento de divinizar su figura contradice directamente sus
propias enseñanzas.
Bibliografía:
·
Aun Weor, S.
· Satz, M. (2002). El Gnosticismo de Samael Aun Weor.